Recuerdo la primera vez que la vi, tan pequeña, me daba tanto miedo que el mundo la pudiera lastimar. Quince años después, veo a mi niña convertirse en mujer. Aún la sigo protegiendo, pero con la tranquilidad que no está sola, ha reunido personas como tú, que la protegen y la hacen sonreír. Te invito que, en este día, me acompañes en esa labor, brindémosle la alegría de sentirse amada; te esperamos en sus quince años.
En compañía de mis padres:
Adriana Márquez Enríquez
&
Mario Alberto López Ayala
Tenemos el honor de invitarle a celebrar con nosotros
Solo Faltan:
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DÍAS
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HORAS
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MINUTOS
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SEGUNDOS